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Mucha gente se pregunta si Dios realmente existe y si tiene algo que ver con sus vidas. Para mi, Dios es mi vida. Porque Él me regaló la vida varias veces en una manera que me impactó muchísimo.

Crecí en Alemania en un hogar cristiano y escuché mucho de Dios desde pequeño, pero no entendí por qué Jesús murió en la cruz y tampoco entendí lo que tenía que ver conmigo.

Cuando tenía diez años, mis padres, mis seis hermanos y yo fuimos a vivir en Pakistán. Me encantó y allí conocí a Dios más y él me mostró que realmente está a mi lado siempre y que puedo confiar en él. Un día, lo experimenté en una manera muy sería. Vinieron séis hombres a mi instituto con armas y granadas con el propósito de matar a cuanto más estudiantes cristianos posibles.

Yo estaba en la biblioteca con una amiga – llorando y orando – pero lo increíble fue que sentí la presencia de Dios y sabía que pase lo que pase, estoy en sus manos. No tengo que temer a la muerte, porque Dios es mi padre y si las terroristas me mataran, me va a recibir en el cielo como si estuviera yendo a casa. A mi hogar.

Y no porque sea tan buena chica, sino porque había tomado la decision de confiar en Jesús y a aceptar lo que hizo para mí cuando murió en la cruz. El pagó el precio por todo lo que había hecho mal. Quizás no había robado un banco o matado a una persona, pero me había enfadado con mis hermanos y dicho palabras groseros a ellos y esto es como matar en el corazón. O también había desobedecido a mis padres. Pero recibí perdón cuando empezé a confiar en Jesús y entregé mi vida a él.

Pero el milagro fue, que Dios nos protegió. Murieron seis hombres este día, y fue una tragedia, pero Dios había puesto sus ángeles allí y los terroristas no mataron a ninguno de los ciento pico estudiantes que estaban en el campus. Él nos salvó – a mi también. Y estoy muy agradecida por los trece años más de vida que me ha regalado.

Dios me dio la vida cuando nací. Me dio la vida de nuevo cuando me salvó de los terroristas. Luego pasé por una etapa muy dificil cuando tenía 17-18 años. Luchaba con depresión, miedo, sentimientos de rechazo y incapacidad. Y en esta situación Dios también me ayudó. Me mostró que no se trata de ganar y perder. De ser alguien o ser nadie. Me mostró que se trata de tener una relación personal con Él. De vivir mi vida con Él. Y así me sentí como si estuviera recibiendo una nueva vida por tercera vez.

Pero lo más importante y más increíble para mí, es que Dios me regaló vida eterna y vida llena de gozo por lo que Jesucristo hizo por mí en la cruz. Su amor es sin condiciones y sin final. Jesús dio su vida para que pueda tener vida. Por esto, Él es mi vida.

¡Gracias por leer mi historia! Si tienes preguntas o quieres saber algo más, me puedes escribir un mensaje =)