Franck Alexandre

Manos invisibles me golpeaban y me sacudían

En los años 80 mi padre y mi hermano mayor estaban en el paro. Los fines de mes eran muy difíciles. Entonces para ayudar a entrar dinero en casa, mi madre que tiraba las cartas desde hace años, decidió abrir un gabinete de consulta.

El ambiente en la casa era pesado, la relación entre mis padres era conflictiva. La amenaza de divorcio tuvo siempre un peso en su relación. Mi hermano consumía droga y alcohol y entre él y mi padre las cosas no eran mejor.

Mal de Vivir

Por mi parte, sufría un mal profundo de vivir y me liberaba en el boxeo americano y en el karate; muy rápido obtuve el cinturón negro y lo dirigentes de mi club veían en mi un espíritu para el deporte francés.

Mi madre tenía mucha clientela y se hacía conocer por sus "dones" de adivinación. Practicaba también el péndulo, la cartomancia y otras cosas.

Un día, una persona le sugirió de participar en unas prácticas sobre el espiritismo, lo que le permitiría entrar con el mas allá. Ella aceptó inmediatamente, porque vio en eso una oportunidad para aumentar su clientela y sus finanzas. Esa noche, cuando mi madre regresó, estaba encantada. Venia de descubrir una práctica que le iba a producir bastante dinero.

Fue verdad que la clientela y el dinero aumentaron rápidamente , pero extrañamente, los problemas no paraban de multiplicarse. Y aquello nos costaba caro.

Por otra parte, era como si nuestro dinero fuera golpeado por una maldición. No lográbamos salir financieramente. Luego, fenómenos extraños comenzaron a producirse en nuestra casa: los objetos se desplazaban; comenzamos a oír ruidos como de golpes en las paredes.

Como Harry Potter

Yo también jugaba a ser aprendiz de brujo. Pero por las noches, los fenómenos comenzaron a producirse en mi habitación. Tuve la sensación de estar rodeado por presencias y al cabo de unas semanas, no se trataba solo sensaciones sino de contactos y el infierno comenzó.

Una noche, unas manos invisibles me golpeaban, me sacudían y me tocaban. Y después de algunas semanas, viví fenómenos de doble personalidad y perdía el control. A veces, por la noches, estaba invadido por un violento terror y durante largos meses sufrí de insomnio. Cathy, mi hermana pequeña de 6 años también sufrió terriblemente a causa del ocultismo.

Qué voz escuchar?

Una mañana de febrero en 1985, Dios intervino en mi familia para liberarla. Aquella mañana, hacia las 6:00h, entendí una voz que me condujo hacia el borde de la ventana. Una fuerza quería destruirme y otra quería socorrerme. Resistí a esa voz que empujaba a tirarme por la ventana y escuché esa otra voz que me condujo a llamar a Dios.

De rodillas, por la primera vez en mi vida, ore o más bien grite a Dios implorando su ayuda. Y le dije: "Dios, no sé quién eres o si existes, no sé si eres buda, mahomet o Jesús Cristo, pero me dirijo a Ti que has creado el cielo y la tierra, si tu existes, te lo suplico: Sálvame!

Mientras tanto, mis padres entraron en la habitación, yo estaba ahí, desesperado. Podía ver en los ojos de mi padres ese sentimiento de impotencia.

Rápidamente, dejé la casa, bien determinado a buscar una ayuda. Me había jurado de nunca más regresar a esa casa que era para mí la casa del diablo. Tenía que encontrar un sitio donde quedarme. Camine por las calles de la cuidad por varias horas y luego hacia las 9:00 pm, cruce un grupo de jóvenes cristianos que distribuían folletos que hablaban sobre la fe en Jesús. Uno de esos folletos hablaba de la conversión radical de un jefe de una banda New Yorkais , cuyo nombre es Niky Cruz.

Una Mentira?

No podía creer eso, pensaba que se trataba de un engaño. Y cuando leí la historia de la vida transformada de este viejo delincuente, de repente, tuve la convicción profunda que Dios acababa de darme una cita. Entonces regresé para hablar con uno de los miembros de ese grupo. Me presente simplemente y le expliqué mi historia y la situación en mi casa.

Esta persona me hizo comprender que mi familia había cometido un acto abominable practicando el ocultismo y que estábamos bajo la maldición. Me explico que Jesús había venido a dar su vida sobre la cruz, no solamente para quebrantar con nuestras maldiciones, sino para perdonar nuestros pecados, transformarnos y darnos una vida nueva. Abrió su Biblia y compartió conmigo ese pasaje del libro de Deuteronomio que dice:  No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti.  

Una verdadera liberación.

Esta persona me invitó enseguida a una reunión esa misma noche, acepté y en cuanto entré en esa iglesia evangélica, inmediatamente sentí la presencia de Jesús. Era maravilloso! cuanto amor y cuanta gracia! Las fuerzas que me atormentaban se manifestaron, mi cuerpo temblaba, pero tan pronto como el Pastor empezó a orar por mí en nombre de Jesús, fui liberado y una paz profunda me invadió.

Saliendo de la iglesia, supe que mi vida no sería nunca más la misma. Había aceptado a Jesús como mi Salvador y le pedí de ser mi Señor , es decir, de tomar el control de mi vida. Sabía que todos mis pecados habían sido perdonados.

Regreso a casa.

Después de la reunión, fui a casa para anunciarles a mis padres esta buena noticia. El Pastor vino a visitarnos para explicarnos lo que enseña la Biblia sobre el ocultismo. A los pocos días, todo cambio en nuestra familia. Totalmente nos volvimos hacia Jesús. La relación entre mis padres también fue restaurada. Mi hermano fue liberado de la droga, el cigarrillo y el alcohol. Mi hermana pequeña igualmente fue liberada de eso que la atormentaba. Toda mi familia fue perdonada, liberada y purificada. Puedo decir: "Jesús nos ha salvado!"

Si quieres saber más sobre mi historia, no dudes en ponerte en contacto conmigo.

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