Chinda

Mi familia masacrada durante el genocidio en Camboya

Hola,

Me llamo Chinda. Naci una bella mañana de enero en Camboya y tengo 65 años.

Mis padres eran de cultura y tradición budistas como lo eran la mayoría de camboyanos de la época. Mi padre era alto funcionario y mi madre no trabajaba.  Éramos 11 hermanos : 11 chicos y 2 chicas! Éramos una familia feliz! Crecí en un ambiente alegre y sin preocupaciones. Viajaba mucho! así iba mi vida, tranquila y sin preocupaciones.

En 1969, un año después de haber pasado mi BAC en el liceo francés de Phnon-Penh ,  obtuve la autorización de mi padre para continuar mis estudios en Francia, en Montpellier precisamente a causa de su clima soleado y suave.  En octubre del mismo año, me inscribí en 1er año de Licencia de  Letras Modernas en la opción Lengua y Civilización Inglesa. Mis inicios en la facultad iban muy bien y me encantaba Montpellier porque era una ciudad de estudiantes.

Seis meses después de mi llegada a Francia, el 18 de marzo de 1970 exactamente,  golpe de estado en Camboya!  el rey Norodom Sihanodouk  fue destituido de su trono!  Gran conmoción en el país! Camboya estaba gobernada ahora por un antiguo General de la Armada Khmére   (organización guerrillera camboyana) y nadie sabe lo que pasará con el país.

Mi padre fue trasladado rápidamente ante la ONU en Nueva York , como representante de Camboya. Recibí esta noticia por un telegrama desde Phnon-Penh,  firmado por mis padres.  Estoy abrumada por los acontecimientos. Todos los camboyanos lo asimilaban como podían.

Estábamos horrorizados, era un hecho extremadamente raro, sino único, en este pequeño reino que es Camboya, la eliminación del dios-rey!

Pasaré los detalles de los años que siguieron esta destitución , hasta ese tristemente célebre 17 de abril de 1975. cuando los Jemeres Rojos  tomaron  la capital de Camboya, Phnom-Penh, que solíamos llamar "El Oasis de la Paz" del sur este asiático.

Entre tanto, mis padres regresaron a Camboya definitivamente en 1973 y fueron hechos prisioneros y ejecutados, como el resto de mi familia,  entre 1975 y 1979 dicha  guerrilla camboyana.

Viví como un infierno durante casi 30 años. Me encontré sola en Montpellier,  pero intentaba seguir mis estudios con dos de mis hermanos . Éramos huérfanos de todo:  de familia, de país, de identidad y de todo lo que representaba nuestro pasado .  Toda una vida para reconstruir e inventar en Francia para poder sobrevivir.  Hicimos todo aquello que pudimos para afrontar la dura realidad de esta nueva vida. Pero (siempre hay un  "pero"), lo fabuloso de mi historia y que deseo hoy compartir con vosotros, es que en un momento dado de mi existencia miserable, hacia los años 80, alguien me ha "visto", me ha "entendido"  y por compasión verdadera, ha venido a mi socorro, dándome la oportunidad de empezar una Nueva Vida con Él, y ese alguien es Jesucristo.

El se ha manifestado en mi vida de una manera sorprendente!

En 1979 me convertí e la madre de un precioso niño. Me siento orgullosa de ser una mama!  Siempre lo había soñado y mi bebé es tan hermoso.  Puedo amarlo y cuidarlo con todo mi corazón y con toda mi alma; Finalmente encontré la felicidad perfecta, después de tanto sufrimiento y desolación.  Pero una vez más, el destino se ensaña conmigo.  Caigo en una depresión grave, 18 meses solamente después del nacimiento de mi hijo y me hospitalizan de urgencias.  El hospital me priva de mi hijo porque considera que no estoy en capacidad  de ocuparme de el y quedo 12 meses privada de su presencia.

Pero es ese el momento que Dios ha elegido para entrar en nuestra vida, la mía y la de mi hijo. Los médicos habían encontrado una  nodriza para ocuparse de mi hijo durante mis hospitalizaciones y resulta que esta nodriza era simplemente cristiana.  Es así que a través  de ella, Jesús se manifestó en nuestra existencia, desde ese reencuentro con El, nuestra vida literalmente cambio. Salí de mi depresión  hace mucho tiempo, mi hijo va muy bien, tiene una vida muy feliz y nos vemos muy  seguido.  Yo mismo estoy en paz conmigo misma y con las personas que me rodean, gracias a Dios!

Si te reconoces en mi historia, no vaciles en ponerte en contacto conmigo, estaría encantada  de ayudarte a descubrir todo lo que Jesús puede hacer por ti.  Basta simplemente aceptarlo en tu corazón  y de confiar plenamente en El.  Verdaderamente EL te ama  y nunca te decepcionará.

Chinda

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