Perteneciendo a una familia no creyente, nunca fuí educado en la religión, sin embargo a los 10 años de edad encontre en la biblioteca un libro de brujeria. Inmediatamente fui atraído por su contenido por lo que lo escondí en mi habitación, devorandolo más tarde.

Aún sin comprender realmente lo que leía, yo escuche un llamado oculto a mi vida y  una tarde, con mi fe de niño me corte para con mi sangre firmar un pacto con satanás, dándole así  mi vida.

Guiado y aconsejado

Los primeros años fueron agradables ya que tenía un poder para dirigir a los demás, ver el mundo oculto y hablar con los demonios. Pasaba largos tiempos siendo enseñado por los espíritus; ellos me indicaban lo que debía hacer para llegar a mis fines y cómo abordar a las personas para influir sobre ellas seduciendolas; conocía de memoria las fórmulas de todo lo oculto.  Como adolescente yo estaba hecho, realizado !

Un verdadero sufrimiento

A los 18 años  yo dirigía un gran grupo de personas; poseía más de cincuenta libros de ocultismo y había convertido a muchísima gente. A pesar de todo esto, en el fondo de mi mismo crecía un sufrimiento  que nada podía satisfacer, ni el dinero, el poder, ni relación alguna. Mentia, robaba y ponía  unos contra otros.

Pensaba en el suicidio; en la ducha me mutilaba con unas tijeras. Ya no tenía ninguna ilusión; comprendí que el mundo demoniaco se habia servido de mi para propagar su voluntad  y que solo era una herramienta que luego de usada sería desechada.

Un llamado de Dios

Recibí un dia una invitacion para participar de una reunion cristiana, lo que para mi  significaba un enemigo mortal, sin embargo sentí una necesidad imperativa de asistir. Conociendo el mundo espiritual yo sabía que era una necesidad sobrenatural.

Durante toda esa tarde me sentí mal; yo guardaba un fuerte odio por el nombre de Dios. Llegando al final de la reunión quise ver al pastor para hacerle algunas preguntas; estuvimos hablando por más de 3 horas. Todo mi mundo fue sacudido cuando escuche la voz de Dios hablándome a través de ese hombre; recibí un llamado y una promesa a una vida mejor.

Pasar de un espíritu diabólico a un Dios de amor

Tardé dos meses para convertirme;  el dia que di el paso sentí una oposición terrible no solo dentro de mí, sino también en mis relaciones, sin embargo una fuerza aùn más fuerte me invadía de una amor que nunca antes conoci; Yo sentí a Dios ! Él me acogió sin contradicción, sin nada a cambio y sin reproche;  recibí la clara revelación que ÉL desde muchos años atrás deseaba encontrarme. Me fue necesario algunos años para deshacerme de toda atadura y de muchas costumbres ocultas que me oprimían.

Desde entonces nunca más ni depresión, deseos de suicidio o mutilaciones. Ahora soy miembro de una iglesia local y amo a Dios !  Cada dia vivo un desafío pero es Él quien  me habla y aconseja,  ya no estoy solo pues siempre esta conmigo.

Ninguna fuerza oculta o terrestre podra jamas impedir a Dios, el darnos Su Amor. No lo olvides nunca.

Que Dios te bendiga

Si tienes alguna pregunta, no dudes en contactarme.

Alexandre