Todo comenzó en el 2008, mi esposo y yo deseábamos un hijo, después de nuestro reencuentro.

Después de muchos intentos fallidos con la  A.P.M. (Ayuda médica psicológica), no perdíamos la esperanza en Dios.  Guardaba siempre en mi corazón el deseo de tener un hijo, a quien dar amor;  ya tenía 43 años. Ser madre sería maravilloso para mí y esperaba eso con impaciencia.

Dar un hijo a mi esposo en señal de mi amor por él, era lo más bonito que le podía regalar. Dejé el tiempo hacer su obra, sabiendo que alguna cosa iba a pasar un día… pero cuando? . El tiempo de Dios no es nuestro tiempo en la tierra.

Después fui a ver mi médico, quien me animo a continuar y me sugirió una ginecóloga.

Los días, meses y años pasaron,  mi fe siguió intacta, aunque faltaba algo para nuestra felicidad. Además, ya me acercaba a los 45 años en 2012 y me decía " Ya está! a esta edad, no tendré posibilidad de concebir, pues la menopausia me acechaba".

Pero Dios tenía un buen plan para nosotros. No había sentido nada fuera de lo normal, ni moverse; a pesar que mi cuerpo había cambiado, no sabía que esperaba un bebe, hasta una noche de 19 de enero de 2013.

Qué bendición! No podía dejar de expresar mi alegría! Estaba totalmente emocionada, lágrimas de alegría corrían sobre mis mejillas. " Gracias Señor porque me protegiste todo este tiempo con mi bebe", me dije a mi misma.

Al día siguiente del  parto, fui a ver mi hija en el servicio de Neonatología que se encontraba en el mismo piso que mi habitación. Desde que la vi, me di cuenta  del "don" que Dios me había dado. Era la gracia de Dios, no tenía otra explicación.  Nada es imposible a Dios!

Hoy sigo convencida que el Señor sabía lo que hacía y que El tenia un plan. El cuidó durante todo mi periodo de gestación  la vida de mi hija y la mía. Mi hija se formaba en mi vientre, eso era una gracia de Dios y yo no me di cuenta, porque la bebe era muy tranquila. En África, éste acontecimiento feliz se llama "un hijo escondido", que se manifiesta sólo el día de su nacimiento y él hace la alegría de sus padres!

A Dios sea toda la Gloria por este maravilloso milagro de vida!