Una mujer espero por 4 años tener un hijo,  lloraba mucho pidiéndole a Dios que le de un solo hijo, los doctores le dijeron que no había posibilidad, fue muy triste para ella, pueden imaginar un matrimonio joven que desea tanto tener un hijo y no pueden, seguramente fue una situación muy frustrante….Pero Dios fue bueno y después de cuatro años de orar y de llorar  bendijo este matrimonio con un Hijo, su nombre GADIEl (fortuna de Dios). El niño nació con mucha dificultad, fue un nacimiento difícil los doctores preguntaron al esposo ¿Quién quiere usted que viva Su esposa o su hijo? –no quisiera estar nunca en la situación de este hombre—inteligentemente él dijo: Que se haga lo que Dios quiere y el que tenga que vivir que viva, así vivieron los dos, la madre y el hijo.

Yo soy Gadiel y cómo ven mi nacimiento fue mi primer milagro, puedo decir que gracias a Dios estoy en este mundo!

Viví una linda niñez, me sentí muy amado por mi papas, fui a la iglesia y aprendí sobre la biblia y sobre Jesús, sabía que Dios es poderoso, pero fui creciendo y mis “problemas” empezaron con  en la etapa de la adolescencia, el querer saber el porqué de las cosas, las limitaciones de mis papas, mi búsqueda de una propia identidad me llevaron a una rebeldía, me rebele  contra mis padres, contra la iglesia y contra Dios, quería buscar algo diferente y en esta búsqueda me encontré con la soledad y la desesperanza, porque estaba lejos de Dios, intentaba volver de alguna manera pero siempre pasaban situaciones que no me permitían regresas a los caminos de Jesús!

Así estuve por dos años lejos de Dios, en el fondo de mi corazón sabía que él me cuidaba y que gracias a él podía ser un ser viviente, pero cada vez me sentía más lejos de Dios y me iba convirtiendo en un joven  frio y no feliz, vivía el día a día sin proyectos y sin ninguna visión del futuro.

En este momento tan duro y de tanta soledad me paso algo que marco mi vida, una de las cosas que llenaban mi corazón era correr autos, así corría los fines de semana con amigos que organizaban carreras ilegales en lima Perú. La noche de navidad del 2008 discute con mis padres y decidí no pasar navidad en la familia.  fui a pasarla en un bar con unos amigos, comimos y tomamos alcohol, por fuera sonreía pero por dentro mi corazón gritaba pidiendo que alguien me ayude, Salí del bar un poco mareado por el alcohol y en ese estado me subí a mi auto me imagine que estaba en una carrera y acelere lo más que pude, en una curva poco antes de llegar a mi casa choque con un camión que transportaba cemento,  mi auto quedo totalmente destrozado y inservible, antes de que mi auto impacte con el camión  en cuestión de segundos  grite: DIOS UNA OPORTUNIDAD MAS! Cerré mis ojos pensando que moriría pero increíblemente y de forma milagrosa no me paso nada, mi auto quedo destrozado pero yo solo me golpeé un poco, Salí caminando de mi auto, nadie lo podía creer! debí haberme muerto ese día, pero Dios me dio una oportunidad más para vivir.

Descubrí que si Dios quiere que viva tiene un propósito para mi vida, era le segunda vez que salvaba de una muerte segura, en ese momento le entregue el control de mi vida de mi corazón de mis sentimientos y de todo, decidí vivir por Dios y así soy feliz, a veces hay “problemas” pero la paz que me da Dios y el milagro que hace en mi cada día no lo cambiaría por nada ni nadie! ¡Jesús es mi héroe!