Para vivir tienes que entregar
Nací en Panamá en un hogar cristiano y cuando era pequeño recuerdo que teníamos nuestros tiempos de reflexión por la noches. Fue una de esas noche....
Estabamos en la recámara, sobre las camas. Mi mamá leía la historia de Saulo de Tarso, un persona impresionante. Mis oídos se estremecen cuando escucho: "por qué me persigues"....recordé.
Ese día mi papá me había mandado a cumplir con una tarea, la cual no hice. Y me habían llamado la atención y recordado también que el deber como hijos delante de Dios es la obediencia a los padres.
¡No quería ir en contra de Dios, no quería ser como Saulo!...mi corazón estaba inquieto. Cómo podía evitar ser así...no lo sabía.
Mi mamá me compartió acerca de Jesús, lo que El hizó por mí y lo que podía hacer si confiaba en El, podía vivir una vida agradando a Dios.
En la secundaria viví un poco bajo perfil, sucumbí a la presión de grupo...aunque a pesar de eso Dios me cuidó de hacer algo que me dejará marcado. En los últimos años entendí que tratar de vivir la vida por ti mismo no tiene sentido, porque por mis propias fuerzas solo quedaba frustrado, confundido, alejado.
Era hora de descubrir cual era el verdadero propósito en mi vida, no las cosas que yo quería sino las que fui hecho para hacer. Y eso es lo que estoy descubriendo ahora tomando cada puerta que Dios abre para conocerle más porque sé que me está dando lo mejor para mí.
Eso es lo emocionante, levantarte cada día a vivir una aventura donde vendrán batallas, derrotas, victorias pero que sobre todo que cada uno de esos momentos Jesús estará ayudandote!
Date una oportunidad de en verdad darle una probada a este estilo de vida plena y completa. Rompe los molde no vivas la vida que el mundo vende! Atrévete a ser diferente! Acércate a Dios! Confía en Jesús! Impacta vidas!
Te mandó un abrazo!